Este experto cree que es poco probable que desaparezca la necesidad del oro como protección contra un aterrizaje suave, porque las perspectivas para la economía estadounidense en los próximos meses son cada vez más sombrías. Por eso Saxo Bank mantiene una paciente postura alcista respecto del oro. Según él, el momento de un nuevo aumento de precios dependerá en gran medida de los próximos datos económicos estadounidenses.
Hablando de hasta qué punto podrían caer los precios del oro, Hansen dijo que en el corto plazo no descartaría que el metal precioso pruebe el nivel de 1.800 dólares la onza y niveles sólidos de resistencia entre 1.840 y 1.850 dólares la onza.